Cómo convertir toda tu piel en una gran zona erógena

2022-04-22 19:02:45 By : Mr. Charles zhu

Men's Health participa en varios programas de afiliación de marketing, lo que significa que Men's Health recibe comisiones de las compras hechas a través de los links a sitios de los vendedores.

Hablemos del tacto, el gran olvidado de las relaciones sexuales. Así puedes hacer que tu piel sea un órgano sexual más.

Muchos lo experimentaron durante el confinamiento, si lo pasaron solos, en algún momento echaron mucho de menos la caricia de una mano ajena. Al tacto nunca le damos la importancia que realmente tiene y tanto en nuestra vida normal como espacialmente en nuestras creaciones sexuales, juega un papel importantísimo.

No hay que olvidar que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano y que tiene millones de terminaciones nerviosas para sentir el dolor, el frío, el calor, la presión…

Es absurdo olvidarse de toda esta capacidad de sentir a la hora de tener relaciones sexuales. Habitualmente nos dejamos llevar por la rutina y solemos ir demasiado al grano, centrándonos en las zonas genitales que, aunque son más sensibles, no son las únicas que pueden proporcionarnos placer.

Además, como casi todo en esta vida, si dejamos de prestar atención a nuestro sentido del tacto y lo dejamos de entrenar, cada vez funciona peor o, más bien, si lo entrenamos cada vez nos proporcionará más placer.

Existen técnicas que permiten “erotizar” toda la piel para convertirla casi en un órgano sexual más. Es posible, mediante las técnicas que te mostraremos a continuación, conseguir que una caricia pueda proporcionarnos más placer que la masturbación.

Para empezar este camino, lo primero que tenemos que hacer es conocernos muy bien. Por lo tanto, debemos dedicar un tiempo, solos o en pareja, a explorar nuestro cuerpo y crear nuestro mapa erógeno, que será completamente personal e intransferible. Tienes que empezar a tocarte, vamos, e ir descubriendo dónde están las partes más placenteras de tu epidermis.

Descubrirás que, aunque los puntos habituales (los genitales, los pezones, el cuello, las orejas) no suelen faltar en la selección, encontrarás muchos otros lugares más.

Para hacer esto, necesitas tiempo, no tengas prisa en descubrirte. Además, es posible que dependiendo del día o de tu estado de ánimo o incluso la persona con la que estés (si es que compartes el momento con alguien), las sensaciones sean diferentes.

En la exploración, te recomendamos que no solo utilices tus manos o alguna parte del cuerpo. Puedes estimular tu piel con algún tipo de objeto o juguete sexual como plumas, macaneadores, hielo, cera caliente, alimentos… La imaginación es el límite.

Un ejercicio interesante que recomiendan algunos sexólogos consiste en salir de la ducha y no secarte inmediatamente, sino concentrarte en sentir todas las gotas de agua que caen por tu cuerpo. O ponerte un día debajo de la lluvia con la menor cantidad de ropa posible, verás que es como si miles de manitas diminutas tocaran toda la superficie de tu cuerpo.

Otro ejercicio interesante es la práctica del sexo tántrico, que no se basa tanto en los genitales y sí en la unión con la otra persona mediante las caricias y el tacto para llegar a un nivel de placer más profundo. El tacto en este tipo de relaciones es fundamental.