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Es normal que muchos niños tengan conjuntivitis en algún momento de la infancia. Pero, ¿qué situaciones se encuentran los pediatras en la consulta y cuáles son las más frecuentes? Te ayudará a conocer si tu hijo/a tiene una inflamación o infección de la membrana transparente entre el párpado y el globo ocular o no.
El enrojecimiento y la secreción ocular suelen ser motivos de consulta frecuentes en Pediatría. Sin embargo, no siempre van a ser conjuntivitis infecciosas y, por tanto, no siempre van a necesitar tratamiento antibiótico. Las alergias o catarros también pueden conllevar síntomas oculares. Veamos algunos ejemplos:
Marta tiene 2 meses. Sus padres la traen a consulta porque se despierta con legañas en el ojo derecho todos los días. “Le limpio con suero fisiológico”-relata su madre- “y al día siguiente vuelve a amanecer igual” Pero niegan que los ojos de la niña se enrojezcan, simplemente es como si tuviera la lágrima a punto de salir todo el día.
Este ojo húmedo realmente corresponde a una epífora. Esta situación es muy frecuente en recién nacidos y bebés de pocos meses. De forma habitual, las lágrimas que producimos para lubricar el ojo se drenan por el llamado conducto lacrimonasal, cuya entrada se encuentra en el ángulo del ojo con la nariz. Este conducto puede estar cerrado por una membrana, que debe estar perforada, pero en ocasiones, al nacimiento, no lo está.
Como consecuencia las lágrimas no pueden salir y rebosan de nuevo hacia el ojo dando ese aspecto de “ojo húmedo”. Si a los dos-tres meses la situación persiste, se recomienda valoración por Oftalmología. A veces, con unos sencillos masajes que rompan la membrana se soluciona el problema, si no es así, el oftalmólogo procederá a realizar un sondaje de conducto lacrimonasal para permeabilizarlo.
Javier tiene 20 meses y acude a escuela infantil. Lleva resfriado prácticamente todo el invierno, con mocos hoy sí y mañana también. Su padre nota que al despertarse tiene una secreción entre blanquecina y amarillenta en los ojos, aunque no están rojos. Retira las secreciones fácilmente con una gasa empapada en suero y acude al pediatra pensando que el pequeño tiene una conjuntivitis bacteriana. “No se preocupe”- le comenta el médico- “simplemente está eliminando mucosidad por los ojos”.
Efectivamente, la situación mejora cuando Javier se cura del catarro. Esta situación también es muy común y se debe al mismo conducto lacrimonasal del caso anterior, solo que en este caso no son las lágrimas, sino la mucosidad la que hace el recorrido a la inversa, desde la nariz a los ojos. Cuando los niños están, literalmente, de mocos hasta la bandera, pueden llegar a eliminar la mucosidad por esta vía.
Alejandro tiene 8 años. Le han empezado a picar los ojos, y no para de frotárselos. Se le han enrojecido, pero no tiene legañas o secreciones. Además, estamos en abril, y ha empezado a quejarse de que no puede respirar bien por la nariz, y estornuda frecuentemente al salir a la calle. Hoy, tras volver del campo, tiene los ojos más inflamados y enrojecidos aún, y sus padres deciden llevarlo a Urgencias. Allí, la pediatra de guardia les confirma sus sospechas. Alejandro tiene alergia primaveral, con su correspondiente conjuntivitis alérgica.
En este caso, el responsable es un alérgeno, una sustancia en el exterior, que produce los síntomas, como el polen de alguna planta. Por eso, afecta a los dos ojos y por eso empeora cuando el niño sale a la calle o al campo, ya que en estas situaciones aumenta la concentración de polen.
El diagnóstico es sencillo, ante un pequeño con síntomas claros de alergia primaveral y picor de ojos. En este caso, los ojos suelen enrojecerse, en parte por la conjuntivitis y en parte por el frote debido al picor, pero no suele haber secreciones, o éstas son escasas y casi transparentes. Su tratamiento consiste en la administración de colirios antihistamínicos.
BIO: Licenciatura en Medicina por la Universidad de Córdoba, Especialidad en Pediatra en el Hospital Reina Sofía de Córdoba. Máster en Urgencias Pediátricas por la Universidad de Sevilla. Experiencia de 12 años en la consulta de Pediatría. Creadora de contenidos en YouTube e Instagram.
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