Esta es tu última noticia por ver este mes
Accede sin límites a todo el contenido por solo 2€ cada mes durante 4 meses
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Te quedan noticias por ver en este mes
Te queda 1 noticia por ver en este mes
Accede sin límites a todo el contenido por solo 2€ cada mes durante 4 meses
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
El cantante Enrique Urquijo no era el único que soñaba con «sus ojos de gata». El fenómeno 'cat-eye' llegó a implantarse hace unos años con el único objetivo de fomentar una mirada felina a base de maña y maquillaje. Pero llegó la pandemia y sus consecuentes mascarillas, que hicieron que la mirada cobrase una relevancia especial. La industria de la belleza encontró su filón en un mundo que comenzaba a conectar con un simple parpadeo, viendo cómo se incrementaba de forma radical la demanda de retoques estéticos en el tercio superior del rostro, las blefaroplastias (una cirugía que corrige el exceso de piel de los párpados) o el uso de liftings y extensiones de pestañas que consiguen agrandar la mirada sin necesidad intervención quirúrgica. A partir de aquí comenzó lo que se conoce como el fenómeno de los 'foxy eyes', traducido literalmente como 'ojos de zorro'.
Mientras que los 'cat-eyes' pretendían solo rasgar la mirada, los 'foxy eyes' también buscan levantar el ojo para conseguir ese efecto 'lifting' del que presumen celebridades como Kendall Jenner o Bella Hadid. Aparte de las soluciones en las que intervenían el bótox, los hilos tensores o el ácido hialurónico, no dejaron de proliferar mil y un tutoriales de maquillaje en internet que prometían rejuvenecer y elevar tu mirada al infinito a base de unas simples pinceladas. Dejando de lado esas buenas dosis de 'eyeliner', las sombras de ojos en todas sus formas y colores, un buen pegote de máscara de pestañas y los postizos de turno, lo que ahora se ha hecho viral es un sencillo masaje que, según dicen quienes lo han probado, funciona.
Funciona sí, pero por poco tiempo, porque el resultado de un truco casero hecho con las yemas de los dedos nunca será instantáneo ni, mucho menos, duradero. Todo comenzó con un reto creado desde la cuenta de Instagram @true.beauty.officiale., que consistía en tensar la zona de la sien y masajear con movimientos ascendentes, estirando sutilmente la piel. Así en ambos lados y durante dos minutos. ¿El resultado? A continuación:
Una publicación compartida de Maquillaje • Sonia Ruiz (@belowmakeup)
Esta fórmula parece estar basada en los beneficios que los tradicionales masajes manuales tienen sobre la piel, inspirados quizás en el 'Kobido' que nos dejó la rica tradición japonesa. Consiste en una serie de fluctuaciones entre movimientos rápidos y lentos que mejoran la circulación más profunda del rostro, el cuello, los hombros y la parte superior del pecho. No prometen milagros estéticos, ni que te conviertas en Hailey Bieber en un chasquido de dedos, pero está demostrado que tienen beneficios como relajar las facciones, tonificar la musculatura, oxigenar e iluminar la piel e, incluso, pueden llegar a aliviar el estrés y los dolores de cabeza. Por intentarlo, que no quede.