Por qué nos pican los ojos después de ir a la piscina

2022-07-22 18:03:36 By : Mr. licon lv

La última hora del mercado de fichajes, en directo

GP Francia, FP1 en directo | Entrenamientos libres

Por qué nos pican los ojos después de ir a la piscina

Entre las cosas buenas que nos aporta el verano está la mayor oportunidad que tenemos de ir a la playa y la piscina. Nos permiten estar al aire libre, tomar el sol, nadar, relajarnos y desconectar. Pero también tienen sus inconvenientes. En el caso de la piscina, el molesto picor en los ojos que nos viene después de bañarnos en ella.

¿Porqué nos pican los ojos en la piscina? Tras el baño, los ojos se pueden irritar por el cloro y los desinfectantes que contiene el agua de piscina. Por eso, si vamos a zambullirnos o bucear es aconsejable siempre usar gafas adecuadas de natación o de buceo para disminuir la exposición y la irritación posterior.

Además, tomar el sol en verano supone una alta exposición a radiaciones ultravioleta, así como un aumento de la evaporación natural de la lágrima, por lo que se pueden producir efectos secundarios, como signos y síntomas de sequedad ocular, así como queratitis, pequeñas alteraciones epiteliales en la córnea.

"La radiación ultravioleta también se ha relacionado con la evolución de las cataratas o de patologías de la conjuntiva como el pterigium. Por ello, es recomendable protegerse con gafas de sol homologadas, que sean envolventes, así como evitar las horas de máxima radiación solar entre las 12 y las 17 horas. Usar un sombrero también puede reducir esta exposición", explica el doctor Rafael Giménez, oftalmólogo del Hospital Quirónsalud Córdoba, en declaraciones a Europa Press.

La irritación de los ojos que se da tras bañarnos en la piscina puede acompañarse en ocasiones con algunas secreciones: "Si son escasas y duran poco tiempo pueden no tener importancia. Si se prolongan por varios días se debe consultar con el médico de Atención Primaria o con un oftalmólogo ante la posibilidad de que sea una conjuntivitis, ya que en las piscinas pueden contagiarse conjuntivitis víricas. En ese caso debe seguir el tratamiento que le indique el médico y no automedicarse".

Según la Academia Americana de Oftalmología, nadar es una "excelente forma de ejercitarse", y una relajante manera de refrescarse, pero puede ser un problema para nuestra vista.

Hay que recordar que la superficie de nuestros ojos está recubierta por una delgada capa de lágrimas conocida como película lagrimal, encargada de mantener los ojos húmedos, suaves y transparentes. El cloro y otros químicos utilizados para mantener limpia el agua de las piscinas pueden eliminar esta capa húmeda de película lagrimal y dejar los ojos irritados y rojos.

Por esta razón, es frecuente entre los nadadores sufrir ojo seco, una afección por la que la producción lagrimal es insuficiente o no tiene una buena calidad. La sensación puede ser como la tener arena en los ojos, o tener visión borrosa.

Sin la protección de una película lagrimal plenamente funcional, los ojos quedan expuestos a los químicos del agua de la piscina y a las bacterias que aún están presentes en ella. El cloro por sí mismo puede producir una reacción que enrojece la superficie y los bordes de los párpados dejándolos con una incómoda sensación de prurito y lacrimación excesiva. Además, las bacterias que sobreviven al cloro pueden llevar a una infección ocular, lo que se conoce por el nombre de ojo rosa, o conjuntivitis.

Los consejos de la Academia Americana de Oftalmología para ir la piscina son: usar gafas de natación, lavar con agua dulce los ojos tras la zambullida, emplear gotas oftálmicas lubricantes antes y después de nadar de venta en farmacias, así como mantenerse hidratado. Por último, es recomendable evitar las lentillas.

© Mundo Deportivo. Todos los derechos reservados.