Un personal trainer y ex coreógrafo de una comparsa de la ciudad de Corrientes fue denunciado por 14 jóvenes por "abuso sexual" cuando ejercía como su instructor. Hoy estas mujeres realizan la denuncia pública en medios y redes sociales tras la liberación del acusado.
Según trascendió, en su condición de entrenador de un gimnasio, este hombre realizó abusos físicos y psicológicos a las jóvenes con la excusa de tomarles las medidas o palpar la masa muscular. En el testimonio de todas las denunciantes figura el mismo modus operandi.
En este sentido, se desprende de la causa, que el instructor utilizó su trabajo como medio para cometer los abusos.
El hombre fue detenido por orden de la jueza de Instrucción Nº 3, Josefina González Cabañas, en mayo del 2021 y liberado en agosto del mismo año.
"Lo detuvieron y presentó la excarcelación, la cual le fue otorgada porque no había riesgo de fuga. También se le permitió seguir entrenando en su gimnasio por el derecho al trabajo", explicó Sofia, víctima y denunciante del instructor, a El Litoral.
Los hechos se desencadenaron cuando Sofía B. se animó a publicar en su cuenta de Instagram una pregunta que la perturbaba: "¿Alguna se acuerda de los entrenamientos de Aldo Breard?". Jamás se imaginó la puerta que abriría.
"Casi 75 chicas me contaron que fueron al entrenamiento y le pasó algo similar a lo mío. La mayoría eran menores, pero de todas las edades. Ahora, casi todas, tenemos trastornos de ansiedad y alimenticios como consecuencia de esta experiencia", cuenta aún sorprendida y enojada cuando recuerda ese primer disparador que se animó a lanzar.
La joven contó que tenía 14 o 15 años cuando sucedió."No recuerdo exactamente cuando fue; sin embargo, los detalles del cómo aún lastiman mi mente cada tanto y quizás, por fin, solo hasta hoy", relató la víctima.
La denunciante dijo que comenzó a entrenar en el gimnasio y al tiempo, incitada por el instructor, inició con clases personalizadas: "Me dijo que las clases particulares incluían sesiones de masajes de drenaje linfático porque favorecen la eliminación de grasa y que llegaría a mi peso ideal más rápido. Yo accedí", cuenta.
Le dijo que que para estar más cómodos, no harían la sesión en el gimnasio sino en un consultorio, fue ahí donde comenzó la pesadilla: "Me pidió que me desvistiera. Hice caso, había logrado que confiara en él, entendí que eran solo masajes y que parte del proceso era estar desnuda", relata.
"Me pidió que me recostara en la camilla boca arriba, que cierre los ojos y me relajase. Una toalla cubría mi cuerpo desnudo. Él hablaba a medida que me hacía los masajes. Empezó por las piernas, de abajo hacia arriba",recuerda la joven.
En ese momento de total vulnerabilidad, con el cuerpo desnudo frente a un hombre mayor con la autoridad de entrenador, la menor de 14 años no supo cómo reaccionar:"Corrió la toalla dejando mi sexo descubierto e inició ubicando sus dedos a los costados de mi monte de venus, de a poco se fue acercando cada vez más a mi vagina", cuenta.
"Yo tenía los ojos cerrados, y si bien podía sentir como sus manos estimulaban mis partes intimas me era imposible emitir sonido o movimiento alguno. Estaba en shock, el miedo se adueñó de mi ser", evoca. Cuando salió de ahí, nunca más volvió.
Al día de hoy, la jueza de Instrucción Nº 3, María Josefina González Cabañas, ordenó el procesamiento del imputado, por los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante, y abusos sexuales en cuatro hechos distintos reiterados en concurso real”, disponiendo la prisión preventiva, que no se hizo efectiva por estar el imputado con el beneficio de la excarcelación; y además resolviendo, para otro grupo de víctimas, el sobreseimiento por prescripción de la acción penal.